lunes, 20 de septiembre de 2010

Cap VIII. Francia?

Habían pasado apenas dos semanas desde aquella platica con Soffi y desde entonces no había parado de pensar en mi relación con Ian, osea, todo seguia igual, o incluso mejor, pero ya no me sentía igual de cómoda, no podía dejar de pensar que en cuanto Ian obtuviera lo que buscaba me dejaría, y verdaderamente yo me estaba enamorando en realidad. Estaba sentada en la orilla de la banqueta, enfrente de mi casa haciendome este tipo de cuestionamientos hasta que unas manos rodearon mi cintura y una voz que ni dormida confundiria me sacó de ellos.
-Princesa, levantate de aquí, el pavimento esta frío- Dijo Ian mientras me daba un suave beso en la mejilla y me levantaba.
-Hola, amor, no te escuche - Dije mientras me incorporaba y le devolvía un casto beso en las comisuras de los labios, cosa que lo hizo sonreír como un niño pequeño.

Ian me tomó de la mano y comenzamos a caminar envueltos en un silencio cómodo, ninguno tenía un tema interesante del cuál hablar, y nosotros no eramos una de esas parejas que podían entretenerse hablando de cualquier estupidez, nos considerabamos un poco mas centrados y maduros, y si no teníamos un tema digno de importancia sencillamente no hablabamos. Duramos un largo rato caminando sin rumbo, hasta que la música de la canción "Sweet Dreams" de Marilyn Manson rompió el silencio y me obligo a tomar mi celular, sorprendentemente el número era el de mi padre, por lo que respondí casi inmediatamente.

-Hola papá, ¿qué ocurre?- Pregunté ansiosa, mis padres habían estado de viaje por todo el mundo, eran unos empresarios muy ocupados y tuvieron que ir a cerrar negocios muy importantes.
-Hola Abi, te he llamdo rápido para deciros que tienes que venir conmigo a Francia, específicamente Paris- Respondió muy animado mi papá, él sabía que mi mayor sueño siempre había sido, visitar París por un motivo que no tuviera que ver con negocios. Pero por alguna extraña razón, no me sentía alegre, si no todo lo contrario, me sentía molesta, triste, sorprendida.
-¿Francia? No lo creo, estoy muy bien aquí y no pienso irme- Respondí firme y decidida, tuve que mirar de reojo a Ian, quien mostraba una cara de total confusión, para armarme de valor y poder afrontar a mi padre. Afortunadamente Ian extendió su mano y tomó la mia, eso me dió la confianza que me faltaba.
-¿Qué habeís dicho? ¿Quién te has creído? Tu eres mi hija y tu lugar es junto a tu padre- Respondió enojado mi padre. Contradecir a mi padre era practicamente un pecado, solo una persona era capaz de contradecirlo sin que él tomara represarias, y esa persona soy yo.
-He dicho que no ire y no me creo nadie, soy tu hija, tu UNICA hija, y creo que es tiempo que me dejes vivir mi vida a gusto- Respondí enfatizando la palabra unica, él sabía que lo era, y yo sabía que eso era lo que más le enorgullecía, pero también lo que más le dolía.
-Esta bien, solo espero que no te arrepientas - Cortó mi padre y me quede paralizada durante un momento con el auricular del teléfono pegado a mi oreja.
Reaccione cuando sentí un ligero apretujón en mi mano, Ian seguía mirándome confuso y se limitó a abrazarme. Ahogue unos cuantos sollozos en su pecho y lo abracé con todas mis fuerzas, mientras las palabras de mi padre retumbaban en mis oídos.
"Esta bien, solo espero que no te arrepientas"

jueves, 26 de agosto de 2010

Cap VII. Errores

-Es que tienes que entender algo Abbie- Comenzó a regañarme Soffi al enterarse sobre la razón de no acompañarla al baile.
-Si, ya se, apenas estamos empezando y casi no lo conosco- Dije mientras rodaba los ojos y fingia la voz intentando asemejar la suya.
-Eso precisamente, no lo conoces muy bien,  Ian te quiere, pero no es para que le des tanta libertad, maldita sea, ni yo con Iker tuve tanta libertad- Soffi terminó la frase en apenas un susurro y un fuerte suspiro.
-Vaya, tal parece que lo tuyo con Iker aún no se te olvida- Dije mientras me burlaba sonoramente de ella.
-Cierra la boca Abigail- Gritó Soffi mientras se tapaba la cara con las manos intentando esconder un fuerte sonrojo y comenzaba a sollozar.
-Lo siento, Soffi, nunca imaginé que Iker se haya quedado grabado tan fuerte en ti - Dije mientras me acercaba cautelosa a consolarla.
Ella me abrazó y lloró desconsoladamente durante mucho tiempo. Al controlarse un poco, me soltó y comenzó a buscar unas fotos debajo de su cama.
-Mira, Iker y yo, nos conocimos igual que ustedes- Dijo Soffi mientras me pasaba el bunche de fotografías para que las viera - tuvimos una relación de aproximadamente 3 años y yo sentía que el me quería de la misma manera en que yo lo quería. Una noche, ambos nos fuimos a tomar, y pues Iker me pidió que lo acompañara a su casa, yo, no me negue, eso ya era normal en nosotros, pero esa noche, los dos estábamos muy tomados, y pues el me pidió que me acostara con él en la cama, eso para nosotros era normal, en ocasiones haciamos eso, para platicar más comodos, pero en esa ocasión, el se acercó a mi, y nos fundimos en un beso que la verdad me dejó impactada, era un beso que nunca había experimentado, fue apasionado en exceso, pero pues ambos estabamos algo tomados, y nos dejamos llevar por ese beso. De pronto, el comenzó a meter sus manos por debajo de mi playera, hasta el punto en el que me la quito por completo, y mi mente me decía que frenara esa situación, pero mi corazón me decía que me dejara llevar, que esto era normal entre una pareja como él y yo.- Soffi comenzó a llorar y no pude contenerme de abrazarla.
-Aquí, lo único que he querido es demostrarte, que en ocasiones, el cuerpo reacciona de manera diferente a lo que quieres hacer. No deberías dejarte llevar por el momento - Dijo en un susurrro Soffi, mientras se limpiaba las lágrimas.
-Ese es uno de los errores de la vida, y por desgracia son de los que mas duelen- Dije sin  animos, mi amiga estaba que se moría y yo no podía evitar la felicidad de haber estado apunto de estar toda una noche con Ian.

sábado, 7 de agosto de 2010

Cap VI. Alegría infinita

POV Ian.

Ahora que Abbi había aceptado que comenzáramos a salir como pareja oficial, yo estaba seguro de que ella sentía algo importante por mi. Ella había aceptado tener aunque fuera una clase de compromiso conmigo, tomando que a ella no le gustaban los compromisos, entendí que era un verdadero sacrificio para ella y que debería valorarlo.
Aparte, ella había comenzado con Gianna una guerra, casi como la que yo había iniciado con Diego, ellos darían lo que fuera con tal de no vernos juntos y mucho menos felices. Pronto comencé a imaginarmos a Abbi y a mi, en un hermoso prado, con flores de mil colores y mil escencias, ella y yo solos en ese pequeño paraíso hasta su vocecita angelical hizo que saliera de aquellos pensamientos.
"Ian, ¿qué dices entonces, cuál es más lindo?" Preguntó Abbi mientras sostenía dos vestidos entre sus manos, en la derecha había un pequeño vestido azul entallado, y en la izquierda, había un vestido un poco más largo, de un color negro brillante, seguramente ambos se le veían preciosos, en su perfecto cuerpo, todo era maravilloso.
"No lo sé preciosa, ambos me gustan, ¿con cuál te sientes más cómoda, pequeña?" Dije mientras la imaginaba con aquellos dos vestidos, esta noche ambos íriamos a bailar, había un pequeño baile en las afueras de la ciudad y aprovecharíamos el momento para anunciar que ahora ambos eramos novios.
"Me gusta el azul, se me hace el más apropiado" Dijo Abbi mientras devolvía el vestido negro a la mujer que lo atendía. "Supongo, que me llevaré este" Continuó diciendo Abbi, mientras buscaba en su bolso, lo que sería una tarjeta de crédito. No pude evitar reírme de la situación, ella tenía 17 años y ya tenía un Aston Martin DB9 mientras yo apenas tenía un chevy camaro de 1969; ella ya tenía 2 tarjetas de crédito y yo apenas había podido tramitar una tarjeta de debito, en la cual sólo tenía disponible el sueldo que yo podía meterle.
"Ok, gracias" Se despidió Abbi de la cajera, mientras me jalaba a mi de la mano y yo cargaba las bolsas de sus compras, era impresionante como una niña de apenas 17 años podía comprar tantas cosas en tan poco tiempo.
Ambos al salir del centro comercial nos topamos con Brianna y Sofii a quienes Abbi se detuvo a saludar y platicar con ellas mientras yo me adelantaba hacia su Aston negro y depositaba las bolsas en el asiento trasero. Al cerrar la puerta, sentí unos brazos que rodeaban mi cadera, pude percibir el suave aliento de Abbi sobre mi cuello, mientras susurraba en mi oido.
"Y si en lugar de ir a tu casa, ¿vamos a la mía?, recuerda que este fin de semana, estaré sola" Susurró con el tono más sexy que pude escuchar en toda mi vida.
"Muy bien princesa, pero creo que no es bueno que tu y yo estemos solos" Dije mientras yo me daba la vuelta y la tomaba por la cintura.
"Shh, no creo que a nadie le importe que tu y yo estemos solos, no pasara nada, bueno, nada que no queramos" Dijo entre risas Abbie mientras colocaba su dedo sobre mis labios para silenciarme. Ambos nos subimos al auto y nos dirigimos a su casa.
Al entrar, su casa era gigantesca, la sala era moderna y grande, del lado izquierdo, pegado a la pared había un mueble gigante, ahí estaba una televisión gigantesca, un dvd y un teatro en casa.
"Ian, es por acá" Me gritó Abbie mientras ella caminaba escaleras arriba, seguramente íriamos a su habitación.
Ella abrió la puerta y una fuerte luz cegadora hizo que yo tuviera que cerrar los ojos. Al entrar, había por lo menos 9 espejos, y centenares de fotografías pegadas en la pared, pero lo que más me sorprendió es que tenía una televisión enorme conectada a un estéreoy un Xbox 360. Pero lo que más me impactó fue ver su cama, se veía tan apetecible que no pude evitarlo y tomé a Abbie por la cintura y nos recosté sobre la cama.
Ella me dedicó una hermosa sonrisa y me tomó por el cuello y posó sus suaves labios en mi cuello, cosa que me hizo estremecer, de repente sentí el cálido roze de su mano con la piel de mi espalda, y cuando menos cuenta me di, yo estaba acariciando sus piernas por encima del pantalón. No estaba bien lo que haciamos y sin embargo ahí estabamos, recostados en su cama, tocándonos como si quisieramos hacer algo más que unicamante acaricarnos. Al damrme cuenta de lo que ocurría, me separé lentamente del cuerpo de Abbie, la cuál me miró con unos ojos angustiados, al parecer ella también había notado el rumbo que estaba tomando nuestro pequeño acto.
"Lo siento, no debí dejarme llevar así" Dijo avergonzada Abbie, mientras agachaba la cabeza ocultando un intenso rubor en sus mejillas. Era una niña y yo estuve a punto de quitarle esa ternura tan característica.
"No, soy yo el que debe disculparse, yo fui el que empeze con esto, y si te incomode lo siento" Dije también avergonzado, mientras ella se levantaba y se sentaba en una orilla de la cama.
"Bien, supongo que tendremos que ir al aburrido baile" Refunfuñó Abbi mientras hacía pucheros y buscaba el hermoso vestido azul que había comprado hacía unos minutos en la tienda de ropa.
No pude evitar maldecir por lo bajo, mi casa quedaba a 30 minutos de la de Abbie, yo traía puesto apenas un pants gris y una camiseta sin mangas negra, no alcanzaría a cambiarme para llegar a tiempo al baile.
"Peuqeña, si quieres no vamos, mejor vamos al cine ¿si?" Pregunté a Abbie, con la esperanza de que aceptara y no hiciera esos pucheros que me hacían desearla mas.
"Si, supongo que será mejor distraernos viendo una pelicula, pero ahora no hay nada bueno en cartelera, te parece si mejor  vemos una aquí, en casa" Respondió pícaramente Abbie mientras caminaba hacía mi y terminaba su frase dandome un pequeño beso en los labios.
"Esta bien, hermosa, vamos a ver que películas tienes" Respondí mientras juntaba mis labios con los suyos de nuevo mientras la tomaba de la cintura y la guiaba hacía la sala"
Abbie escogió la película "Diarios de una pasión", sinceramente no entiendo como les gusta sufrir a las mujeres. No pude evitar estremecerme cuando Abbie comenzó a llorar, así que en un rápido impulso la tomé en brazos y la llevé de nuevo a su habitación donde la recosté en su suave cama.
Ella todavía llorando se preguntaba como era posible que la mamá de Allie fuera tan cruel.
"No te preocupes hermosa, aquí no hay nadie que nos separe, no a menos que tu quieras" le recorde mientras limpiaba sus lagrimas con mis labios.
Abbie me abrazó de una manera que me hizo estremecer, después me soltó de su abrazo y me besó de una manera llena de necesidad y deseo.
No pude contenerme y le respondí el beso de la misma manera de nuevo quedamos como hace poco, ambos acostados sobre la cama, yo acariciando sus piernas y ella mi espalda por debajo de la playera, en esta ocasión ella levantó suavemente mi playera hasta quitarmela, cosa que yo imité con la suya y así seguimos hasta quedar en ropa interior.
Definitivamente lo que estaba sintiendo era una alegría infinita, cosa que me dio miedo, no queria perderla, ni hoy, ni mañana, ni nunca.

domingo, 25 de julio de 2010

Cap V. Inició la guerra

"Vaya, vaya, así que la parejita hermosa, ya tuvo su primer beso, y ¿qué tal Ian, son iguales a los mios o peores?" Dijo Gianna por detrás de aquel gran árbol, ella había visto el beso y definitivamente no le había gustado el hecho de que Ian y yo tuvieramos algo que ver. "Y bien Ian, ¿cómo fue? ¿mejor que peor que un beso mío? Continuó diciendo Gianna retadora mientras me miraba de reojo. Gianna comenzaba a irritarme y cualquier palabra dirigida hacía mi, yo estaba segura que no aguantaría y le respondería de una manera que no quería ni imaginar.
"De hecho, Gianna, éste beso, fue mucho mejor que mil de los tuyos, en éste beso encontré algo que nunca sentí en los tuyos, éste beso fue sincero, tierno, dulce, nada que ver con los tuyos, que eran besos falsos que tenían la única finalidad de terminar en una cama" Dijo Ian mientras me abrazaba y me daba un pequeño besito en la frente.
"¿Qué has dicho? ¿Me estás cambiando por esta niñita estúpida?" Respondió Gianna mientras me jalaba, arrancándome de los brazos de Ian; escupiendo la última palabra, como si esta le quemara en lo más profundo de la garganta.
No pude contener la furia que provocó el intenso movimiento de Gianna conmigo y el odio con que lo hizo, no aguanté las ganas y me abalancé contra ella, haciéndola caer sobre el frío y enlodado pavimento.
"¿A quién le dijiste estúpida?" Grité mientras le detenía brazos y piernas. Pude notar el miedo que mis actos sembraban en sus ojos, no pude evitar disfrutar el momento y soltar una cruel carcajada, similar a la que ella había soltado hacia apenas unos días.

Pude sentir el suave tacto de Ian tomándome por la cintura mientras me levantaba del sucio cuerpo de Gianna, la cual inmediatamente se levantó temblorosa, pero al descubrir que su pequeña falda blanca de Louis Vuitton estaba completamente manchada de lodo al igual que su cabello, comenzó a gritar palabras ininteligibles y a señalarnos a Ian y a mí mientras nosotros nos alejabamos.
No pude evitar soltar una sonora carcajda mientras veía a la "supermodelo" Gianna, sufrir por su ropa y su cabello. De pronto recordé que yo seguía en los brazos de Ian, y no pude evitar preguntarme qué pensaba él de mi acto, pensaría que soy muy impulsiva y se decepcionaría o definitivamente no le había tomado importancia.
"Pequeña, no estuvo bien eso, ya se que te tenía harta, pero ¿entiendes que eso te pudo haber acarreado muchos problemas si alguien te llegara a ver?" Me comenzaba a regañar Ian mientras me bajaba de sus brazos y ambos nos sentábamos afuera de mi casa. Ian verdaderamente se preocupaba por mi.
"Pero, ¿no estás enojado?, yo sé que no debí haber actuado así pero, de veras, que no podía soportar su arrogancia y manera de ser." Respondí mientras mantenía la mirada baja, sentía que comenzaba sonrojarme.
Pude ver que Ian se levantaba de la barda donde estábamos sentados y se paraba justo delante de mí.
"No, pequeña, se necesita estar loco para enojarse con una cara tal linda como la tuya" Respondió Ian mientras tomaba mi cara entre sus manos, y se acercaba a darme otro beso. No puse resistencia y de nuevo, me dejé llevar por el mometo.
Al terminar el beso no pude esconder la gran sonrisa que se dibujaba en mi rostro, Ian también sonreía, pero esa sonrisa se desvaneció pronto de ambos rostros.
"Pequeñita, ¿te das cuenta lo que está apunto de ocurrir?" Preguntó alterado Ian, mientras me abrazaba con un modo protector.
"Si, el día de hoy, inició la mejor historia de mi vida, pero también inició una guerra con Gianna y Diego, ambos se opondrán a lo nuestro" Dije mientras los recuerdos de las discuciones con Gianna y Diego me invadian.
"Por suerte, estaremos juntos para vencerlos" Afirmó Ian mientras sellaba su promesa con un dulce beso en los labios.
"Juntos" Susurré aún sobre sus labios, mientras yo también le correspondía el beso. Era un juramento difícil de romper.

Cap IV. Miedo

No pude evitar que una sonrisa se dibujara en mi rostro. Ian también me gustaba, bueno, el Ian qe estaba conociendo. Era guapo, atento y yo le gustaba.
Los días siguientes, al llegarse la tarde ocurriía de nuevo lo mismo, solo que ahora yo e Ian nos separábamos en otro grupito, él me llevaba rodeada con un brazo sobre los hombros, ambos habíamos iniciado un juego de preguntas que probablemente nunca acabarían, bueno eso es lo que yo esperaba.
"¿Por qué terminaron tu y Gianna?" Pregunté curiosa mientras lo volteaba a ver. Esa pregunta hizo desaparecer la sonrisa que tenía dibujada en su rostro y que me apretara más fuerte hacía él.
"Bueno, una noche que fui a su casa, la encontré besándose en la puerta de su casa, con otro tipo, en ese instante me fui sin decir nada, y al día siguiente, no la fui a buscar, y así seguí hasta que un día ella fue a mi casa con el otro tipo y ahí me dijo pues que ya no quería nada conmigo" Dijo Ian irritado, como si no le gustara hablar del tema.
"Bien, pequeñina, cuentame, ¿tu has tenido novio?" Preguntó Ian con la misma sonrisa que tenía poco antes de aquella pregunta. Pero logró ponerme tensa a mi.
"Amm, no, de hecho, no he querido, es algo de mucho compromiso y no me gustan" Respondí con un hilito de voz, no me quería mostrar nerviosa. Ian me miró fijamente para después reírse por lo bajo.
"Vaya, cada vez te conozco más que ayer, ¿Así que no te gustan los compromisos?" Dijo burlón Ian mientras yo lo veía extrañada.
"Pues, si, es algo raro, pero, tener que ponerme de acuerdo con alguien para verlo a diario y siempre hablar de lo mismo como que no, no es lo mio" Respondí seria sin evadirle la mirada.
"Bueno, y me quede con una duda, Diego no sabe mi nombre completo, ¿cómo lo sabes tú?" Seguí preguntando tratando de cambiar el tema.
"Ok, pequeñita, como que tu tienes muchas dudas, y yo no te puedo contestar todas" Dijo Ian mientras me dedicaba una sonrisa con la cual podría iluminar toda una ciudad y me sacudía el cabello, haciendome ver completamente despeinada.
"¡¡Oye!!, ya se que tu no tardas en peinarte, pero yo si, mira como me dejaste el cabello" Dije fingiendo una cara de aunténtico terror mientras me señalaba el cabello.
"Oh, porfavor, Ian ya declaratele, si hacen una linda pareja" Dijo Diego, quien estaba detrás mio y me tomaba de la cintura, cosa que jamás había hecho y me hacía sentir incómoda, por lo cual me lo quité de encima, pero en su voz no se notaba amabilidad, si no todo lo contario, se notaba un rencor inimaginable.
"Diego, porfavor, cierra la boca y vete de aquí antes de que yo te aleje a golpes" Pude escuchar susurrar a Ian, él estaba verdaderamente enojado, nunca imagine verlo así.
"Mejor Ian, hay que irnos nosotros, no quiero causar ningún problema" Le dije a Ian mientras lo tomaba del brazo y comenzaba, en un vano intento, a jalarlo. Ambos debíamos irnos de ahí.
"No, Abbi, si no le pongo un alto ahora, se seguira pasando y no quiero" Dijo Ian mientras sacaba fácilmente su brazo de entre mis manos. Algo malo pasaría y yo lo presentía, así que era de hacer cualquier cosa que lo evitara.
"Por favor, Ian, mirame" Le supliqué mientras con una mano le volteba la cara, él de alguna manera tendría que descifrar el miedo en mis ojos. Ian, al ver que yo estaba verdaderamente asustada, me abrazó y lentamente nos alejamos de ahí, dejando a Diego solo.

"Pequeña, porfavor perdóname, no pensé que en serio te fueras a asustar" Dijo Ian mientras tomaba mi rostro entre sus manos. Lo pude escuchar muy arrepentido por lo que no puse resistencia a verlo a la cara.
"Es que, tú sabes, que Diego y yo somos muy buenos amigos, y en serio, no me hubiera gustado que tú y él se pelearan por un comentario sin sentido, ya sabes que a él lo que le gusta es llamar la atención"
Dije mientras hacía pucheros y empezaba a lloriquear. Ian se quedó callado y únicamente se limitó a abrazarme, lo abrazé con más fuerza mientras lo apretaba hacia mi, no quería dejarlo ir.
Un poco después Ian se separó suavemente de mi, y mientras me limpiaba las lágrimas, me dijo
"Sobre lo que dijiste, eso que era un comentario sin sentido.. quiero que sepas que no lo es" Su voz era una mezcla entre serio y decidido con preocupado y alterado.
"¿Cómo que no lo es? ¿Si te me declararas?" No pude esconder la emoción y el brillo de mis ojos.
"Algo asi, pequeña, veras, si me gustas pero lo nuestro no puede ser, ni de una forma ni de otra" Dijo entre risas pero tambien muy serio, Ian, ya no sabía que era lo que el sentía por mi.
"Ok, esta bien, bueno, supongo que me voy" Dije confundida mientras comenzaba a caminar, aunque sinceramente no sabía a donde ir. Cuando derrepente sentí su mano tomándome por el brazo.
"No!, no te vayas, no todavía" Suplicó Ian mientras me acercaba hacia donde se encontraba parado.

Mi mirada se encontró con la suya, y ambos nos sentamos en la raiz brotada de un pequeño árbol que estaba en nuestro camino. Ian miró mis ojos y mis labios, y sin decir más presionó fuertemente sus labios contra los mios, éste momento era el que más ansiaba, porfín estaba segura de que él me quería. La suavidad y calidez de sus labios me hizo sentir bien, era justo como había soñado mi primer beso, no era un beso loco y apasionado como aquellos que en ocasiones había visto, este era un beso dulce y tierno, de aquellos que sueñas tener con el primer amor de tu vida. Desee que el momento nunca acabara y me dispuse a disfrutar.

"Perdón pequeña, pero no aguante las ganas, desde que te conozco tenía ganas de besarte" Se disculpó Ian apenado mientras agachaba la cabeza y se sonrojaba.
"No te preocupes Ian, estas cosas suelen pasar, y pues no tienes porque disculparte, tu y yo sabíamos que esto ocurriria y pues el ambiente y la situación nos favoreció de una manera importante" Respondí también apenada pero con la intención de que él se sintiera bien y olvidara todo rastro de culpa.

"Vaya, vaya, así que la parejita hermosa, ya tuvo su primer beso, y ¿qué tal Ian, son iguales a los mios o peores?" Dijo Gianna por detrás de aquel gran árbol, ella había visto el beso...

sábado, 24 de julio de 2010

Cap III. Problemas

"Vaya Ian, cualquiera que los viera creería que son... Pareja" dijo una voz femenina con mucho cólera en su tono por detrás de la bola de atónitos jóvenes, al abrise paso entre ellos, pude identificarla, era Gianna, que siguió caminando hasta ponerse delante mio y soltó una sonora y cruel carcajada, digna de las que usan los villanos en las películas, para después continuar diciendo .. "Feliciten a la nueva parejita" Escupió la última palabra impregnándola de odio y rencor mientras yo me comenzaba a enojar y mis manos se cerraban en puños para tratar de controlar la ira.
"Oh, porfavor, hermanita, dejalos en paz, ya sabes que lo que hubo se acabó, y no volverá a pasar" Intervino Brianna al deducir cual sería el desastrozo desenlace de ese inocente paseo. Tomó a Gianna de la mano y la jaló hasta que ambas desaparecieron de nuestra vista.
"Lo siento, Abbi, nunca imagine que una plática nos causaria tantos problemas" Se disculpó tiernamente Ian mientras me tomaba de la mano.
"No hay problema, pero me quedo una duda que sin duda quiero que respondas" Le respondí todavía alterada por la furia que corría por mis venas y lo incitaba a caminar y alejarnos de las personas.
Mientras caminábamos sentí la preocupada mirada de Ian, hasta qe él se detuvo y yo lo imité. Entonces tomó mi cara entre sus manos, obligándome a verlo a la cara y me preguntó: "¿Qué es lo que quieres saber?" Preguntó con una voz irritada pero tratando de sonar tierno. No pude sostenerle la mirada al descubrir que sentía algo raro al verlo a los ojos.
"¿Qué quiso decir Brianna con lo que le dijo a Gianna, eso de que ya sabía que o que hubo se acabó y no volverá a pasar?" Pregunté todavía con la mirada baja, rogando porque su respuesta no fuera lo que estaba pensando.
"Bueno, es que, hace unos meses Gianna y yo, fuimos novios, pero eso se acabó y no creo que vuelva a pasar, yo ya no siento nada por ella" Contestó Ian dudoso al principio, pero seguro en la última frase.
No pude evitar que una sonrisa se dibujara en mi rostro. Ian también me gustaba, bueno, el Ian qe estaba conociendo.

viernes, 23 de julio de 2010

Cap II. Yo no te conozco

"Tal vez, sea por que me gustas ¿no crees?" Dijo Ian quien estaba a muy pocos pasos de mi, en la misma posición que tenía hace unos minutos para poder verme a la cara mientras yo me embiagaba con lo dulce y suave de su aliento, era sorprendente la cercanía de nuestros rostros, en especial nuestros labios.
En un intento de alejarme de él, di unos pasos cortos hacia atrás, pero para mi mala suerte, tropecé con un tumulto de pierdras pequeñas que había ahí y despues con el pie de Sofii, provocando la caída de ambas y la musical risa de Ian, quien caballerosamente nos extendió la mano, en un suave ademan de ayudar a levantarnos.
"Gracias, Ian" me limité a decir sarcásticamente mientras me sacudía el polvo del que se había manchado mi blusa.
"Perdón linda, no sabía que reaccionarias así, de haber sabido que te asustaría, te prometo, no lo hubiera hecho." Se disculpó Ian con un tono arrogante mientras se pasaba su bonceada mano por su corto cabello negro.
Lo miré con el ceño fruncido mientras Sofii nos dejaba solos. Ian me tomó por encima del brazo y ambos comenzamos a caminar, dejando a todos por delante con gran distancia.
"Bien, y ¿no te parece que es algo apresurado decirme que te gusto?" pregunté intrigada pero inocente a la vez, en serio Ian era un tipo raro, nada comparado con las demás personas con las que he convivido.
"No sé porqué creas tu eso, pero para mi, es de lo más normal" Constestó Ian intentando sonar distraído pero pude notar que el me veía con una mirada llena de añoranza y nostalgia, como si yo fuera algo que él había perdido y quisiera recuperar.
"Yo no le veo nada de normal a declararle a alguien que acabo de conocer que me gusta" Dije mientras volteaba para poder ver su rostro, sobre todo sus ojos que era lo que más me había llamado la atención en esa tarde.
"Bueno, es que no te conozco recien, yo ya sé mucho de tí, sé donde vives, tu nombre completo, tu color favorito, la música que te gusta y cosas así" Respondió Ian mientras evadía mi mirada y se dibujaba una pequeña sonrisa en su rostro.
"Bueno, dejame decirte que yo no te conozco y me parece injusto que tu si me conozcas y yo a ti no" Le dije mientras lo tomaba por el brazo, por primera vez sentía que lo necesitaba.
"Bien hermosa, ¿Qué quieres saber?" Me dijo Ian con un tono seductor pero tierno y cuidadoso a la vez, mientras me tomaba la mano con la que sostenía su brazo.
"Empezemos por tu nombre completo y tu edad, lo básico" Dije tratándo de sonar pícara pero no muy aniñada.
"Bien, mi nombre completo es Ian Daniels y tengo 23 años, casí suena como si fuera a participar en un concurso" Dijo Ian divertido y entre risas.
"Ohh Ok, Ian Daniels, ¿Cómo conseguiste tanta información mía?" Pregunté siguiendole el juego.
"Bien señorita, me temo que esa información es confidencial *cof* *cof* Diego *cof* *cof*" Siguió con él juego Ian también.
Ambos estabamos muy divertidos con nuestro juego de preguntas y respuestas, hasta que descubrimos que el grupo estaba parado enfrente de nosotros, muy sorprendidos, Ian y yo estábamos extremadamente cerca el uno del otro y nos tomabamos de la mano.
"Vaya Ian, cualquiera que los viera creería que son... Pareja" dijo una voz femenina con mucho cólera en su tono.